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lunes, 21 de febrero de 2011

U2, ¿en estado puro?



     Incesantes rumores corren a través de internet estos últimos días. Según parece, en mayo habrá nuevo disco de U2. Todo el mundo está expectante. Como siempre, se espera con muchas ganas el nuevo material de una de las más grandes bandas de rock and roll de todos los tiempos. U2 en estado puro.

     No voy a decir que yo no soy uno de esos millones de personas que estará en mayo escuchando con suma atención ese disco. Sin embargo, muchas cosas han cambiado. Para explicarlo, me remito al mes de julio del año 1987. Un mocoso de 12 años de edad monta un pollo a sus padres, quienes le niegan, por supuesto, ir a ver a U2 a Madrid, al estadio Santiago Bernabéu. El chiquillo maldice a sus padres y se queda en casa con los dientes arañando el suelo por no poder ir a ver a los cuatro irlandeses. Pocos días después, Informe Semanal se hace eco del espectáculo. Hubo 114 mil personas en el estadio esa noche. Todo fue apoteósico. Bono, alucinado por el ambiente vivido en la capital española, promete volver a nuestro país lo más pronto posible, preguntándose en voz alta por qué no habían venido a España hasta entonces. El mocoso se promete a sí mismo que, antes o después, verá a su grupo favorito. ¡Donde sea y como sea! 

     Han pasado 24 años. Aquel mocoso tiene casi 36 años, mide 1,95 cms, luce barba y no pelo, y tiene un hijo maravilloso. Por suerte, ha visto en dos ocasiones a su grupo favorito (Barcelona ´97 y Madrid ´05) e incluso ha viajado hasta su Dublín natal. Pero U2 han venido a nuestro país más de 20 veces. ¿Qué ha pasado en estos 24 años para que el chico solamente haya ido a dos conciertos? Por partes.

     U2 ya no están tan activos. Ya no publican tantos discos, ni tampoco tan buenos. En los ochenta publicaron hasta seis trabajos de estudio. En los noventa, tres. En la última década, otros tres. El grupo está apoltronado, montado en el dólar, y ya no se toma con tanta seriedad la música. Ha pasado de ser una máquina de hacer buen rock and roll a fabricar discos que vendan millones y millones de copias por doquier. Son mercaderes que han desechado parte de su carga de pasión inicial.

     Bono está mucho más pendiente de cuestiones políticas, de las cuales no puedo decir nada negativo en absoluto porque está demostrando ser un personaje muy activo e importante, ganándose a pulso un par de nominaciones a los premios Nobel de la Paz (y mereciéndolo mucho más que algunos de los premiados incluso, por cierto).

     Y, lo peor de todo, sus directos se han convertido en espectáculos circenses, con escenarios de varios kilómetros cuadrados, macro pantallas gigantes, arañas gaudinianas, luces casi cegadoras y algunos sonidos pre-grabados, restando importancia a lo que debería ser lo principal en un concierto: la música. Eso por no hablar de los "gallitos" de Bono, cuyos problemas de voz se han agravado hasta no poder ser disimulados. Quizás debido a ello, deben recurrir a los efectos de artificiosidad antes señalados.

     Por todo ello, el mocoso que luego fue chico y ahora es padre ha dejado pasar muchas ocasiones de ver en directo al que todavía sigue siendo su grupo favorito. Porque U2, pese a todas las críticas expuestas anteriormente, todavía son el mejor grupo de la actualidad. Sin ninguna duda. The Edge ha tomado las riendas del grupo, haciendo sonar su guitarra de forma inconfundiblemente maravillosa, la banda sigue marcando muchas de las tendencias musicales de la actualidad y los mensajes que nos muestran sus letras tienen calado en la sociedad de nuestro tiempo. De ahí que en mayo, como millones de personas en todo el mundo, volverá a estar pendiente de la salida del nuevo trabajo, alegrándose de que llegue a número uno en todas las listas de éxitos. 

     "Quien tuvo, retuvo" es un viejo dicho que en el caso de U2 encuentra un nuevo ejemplo. Aún sin la pasión y la contundencia de los ochenta U2 son U2. Eso sí, para la gente que de verdad aprecia el mejor rock and roll de la historia, que escuche los discos de la banda irlandesa de los ochenta. ¡Aquello sí que era U2 en estado puro!