LIBROS

LIBROS

domingo, 20 de enero de 2013

Relatos profanos. María del Pino. JM Ediciones. 2012. Reseña




     María del Pino es una joven cordobesa que, con 25 años, tiene ya cinco libros publicados. Uno de ellos es este conjunto de relatos que no definen para nada lo que es su autora. Sin duda, basta la lectura de este libro para saber que, pese a su juventud, no es profana en esto de la literatura. Más bien, la frescura de sus narraciones nos adentra en un seguido de historias, de duración muy variable (desde una sola página hasta cuarenta), que demuestran una calidad que, sin duda, le es innata.
 
     En "Relatos profanos" encontramos una variedad temática que nos habla de la diversidad de registros de su autora. Desde el amor hasta los sucesos paranormales, pasando por los zombies, las anécdotas más o menos personales o las historias con mensajes moralizantes o de valores, María nos sumerge en unos escritos que, además, van dedicados a diversas personas cercanas a ella a las que homenajea en cada una de ellos.
 
     Por si ello fuera poco, al final de casi todos los relatos que componen el libro María nos obsequia también visualmente con dibujos realizados por ella misma. Todo un detalle muy de agradecer por el lector que nos presenta, por añadidura, a una artista realmente polifacética. De hecho, acaba de ser presentada en su Córdoba natal la Colección Albolafia, proyecto de JM Ediciones consistente en cuentos para niños en los que encontraremos también ilustraciones obra de la propia María del Pino.
 
     Obviamente, reseñar un libro de relatos es complicado, máxime cuando presenta tal variedad temática. Sin embargo, me centreré en algunos de ellos, los cuales me han llamado la atención sobre el conjunto. Son varios los que tratan el tema del amor ("Amor profano", "Me voy contigo", "El barquero y el río" o "Tu mirada") desde puntos de vista tan diferentes como interesantes. La familia también es algo muy importante en la vida de las personas, tal y como refleja María en "Si no estuvieras aquí", donde advierte también aquello de "cuidado con lo que deseas", y en "Carta a los Reyes Magos", con un mensaje final totalmente certero que reza así: "uno de los deseos más importantes es el de tener y mantener a tus seres queridos siempre cerca".
             
     Dos de los sentimientos antagónicos que todo el mundo protagoniza en numerosas ocasiones a lo largo de su vida son la depresión y el sentido del humor. Ambos son tratados en este libro mediante los relatos "Las sombras" y "Vivencias de un fontanero". "Ausencia", en cambio, trata de enseñarnos que uno debe aprender a vivir a pesar del dolor causado por ella.
 
     Queda claro en el conjunto del libro (e intuyo que en toda la obra de la autora) que María ama con toda su alma a la Córdoba que la vio nacer y crecer , como demuestra en "Sentimiento natal", y que es una firme defensora del papel de la mujer en nuestra sociedad, algo que queda patente en "Mujer". Y hay sitio también para los agradecimientos y los homenajes personales ("Nervios en la parada", ¿quizás una narración de un hecho real?), la tragedia y el desgarro ("Las lágrimas de un definitivo adiós") y la imaginación ("Vestidos de zombies" y "Los besos del Demonio (El aviso)").
 
     "Vestidos de zombies" es una historia repleta de sucesos que nos llevarán a reir pero también a instalarnos en el nerviosismo. Ciencia ficción y zombies se juntan en un relato que consigue arrancarnos algún que otro escalofrío. Aunque, para escalofríos, los que tendremos en el que cierra el libro, "Los besos del Demonio (El aviso)", un relato muy interesante y con el que más me he identificado de todos. Quizás porque en mi segunda novela, "Almas Suspendidas", suceden una serie de hechos paranormales que tienen una similitud tan alta con los narrados por María que me he llegado a inquietar por momentos.
 
     En definitiva, un libro de relatos que me ha sorprendido y que, por tanto, recomiendo a todo el que lea esta reseña. Estoy seguro de que nadie se arrepentirá de ello. Habrá que seguir a esta talentosa cordobesa de un cuarto de siglo de vida...